COMPOSICIÓN PASIONARIA EN TORNO A PEDRO Y JESÚS FLANDES, SIGLO XVII Óleo sobre lámina de cobre Detalles de conservación 56 x 69 cm Las primeras pinturas en cobre, en el formato de cuadro de caballete, se hicieron en Italia hacia 1530, en un ambiente renacentista donde la experimentación e invención eran cualidades apreciadas en los artistas. Los flamencos hicieron suya la técnica, ya que se adecuaba magníficamente a sus gustos por los detalles en la apariencia de las cosas. [...] Entre los preciosismos flamencos y las sutilezas figurativas italianas, quedan manifiestas las amplias posibilidades de esta técnica. Siempre está presente el factor de la observación cercana, ya sea para la profusión de brillos y colores o para el retrato de la meditación religiosa o profana. La importancia de la pintura flamenca para los artistas americanos especialmente en la primera mitad del siglo XVII debe relacionarse con la llegada de grandes cantidades de obras de Flandes, incluyendo láminas, a todo el imperio español. Se trataba de obras devocionales en su mayoría, incluyendo series narrativas. Como ejemplos, se pueden citar las láminas de la Vida de la Virgen en la iglesia bogotana de Nuestra Señora de Egipto y en la Capilla del Ochavo de la catedral de Puebla, México. Los historiadores americanos nos hemos ocupado marginalmente de estas obras y pocos europeos se han percatado de su existencia. No son obras de primera línea ni aquí, ni allá. Su valor aquí fue servir de modelos a los artistas y para la devoción. Su función allá fue la de reproducir y difundir obras importantes, y dar ocupación a muchos pintores de segunda línea. Fuente: Bargellini, Clara La pintura sobre lámina de cobre en los virreinatos de la Nueva España y del Perú Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, vol. XXI, núm. 75, primavera, 1999, pp. 79-98