Hielo, Sol y Lluvia:A) Colio Estate Vineyards Vidal Icewine.
Cosecha: 1997.
Ontario, Canadá.
86 / 100.
200ml.
B) Isole e Olena Vin Santo del Chianti Classico.
Cosecha: 1998.
Chianti Classico, Italia.
96 / 100.
375ml
C) Château de la Guimonière Coteaux du Layon “Chaume”.
Cosecha: 1998.
Chaume, Coteaux du Layon, Valle del Loira, Francia.
95 / 100.
500ml.
Total de Piezas: 3.
Hielo:
Colio Estate Vineyards, Icewine Vidal, 1997 – Ontario, Canadá.
Este Icewine canadiense es una verdadera rareza, elaborado a partir de uvas Vidal recolectadas a mano en pleno invierno, cuando están naturalmente congeladas en la vid. El 1997 fue una cosecha destacada en Ontario, y Colio Estate supo capturar ese equilibrio perfecto entre acidez vibrante y dulzura concentrada. Su perfil exótico de frutas tropicales, miel y albaricoque seco ha evolucionado con elegancia, haciendo de esta botella una expresión pura de la tradición canadiense del vino de hielo.
Sol:
Isole e Olena, Vin Santo del Chianti Classico, 1998 – Toscana, Italia.
El Vin Santo 1998 de Isole e Olena nace en el corazón del Chianti Classico, bajo el cuidado de una de las bodegas más respetadas de la Toscana. Este vino se elabora con uvas cuidadosamente deshidratadas de forma natural, criadas en pequeñas barricas durante años. El resultado es un elixir ambarino, de textura sedosa y notas de nuez, caramelo y fruta confitada. El 1998 refleja la paciencia y la precisión del estilo clásico, perfecto para quienes buscan una conexión auténtica con la historia vinícola italiana.
Lluvia:
Château de la Guimonière, Coteaux du Layon “Chaume”, 1998 – Loira, Francia.
Desde los viñedos bañados por la niebla del Loira, este vino dulce de podredumbre noble captura la esencia del Chenin Blanc en su forma más compleja. El 1998 ofreció condiciones ideales para el desarrollo de la botrytis, que concentra los azúcares y aromas. Château de la Guimonière produjo un “Chaume” refinado y profundo, con capas de miel, flores secas, cáscara de naranja y cera de abeja. Una expresión de nobleza natural, envejecida con gracia y lista para sorprender a quien la descorche.