JOAQUÍN CLAUSELL
(San Francisco de Campeche, 1866 - Lagunas de Zempoala, Morelos, 1935)
Entrada de árboles
Firmado
Óleo sobre tela sobre masonite
Con sellos del Instituto Nacional de Antropología e Historia - Museo Nacional de Historia al reverso.
Con ensayo documental de María Amparo Clausell, marzo de 2025.
Presenta mínimos detalles de conservación.
Como artista fue autodidacta, pues nunca pasó por una escuela de arte. En sus obras destaca la sensibilidad, intuición, exaltado amor y profunda comprensión de la naturaleza mexicana. Fue en Europa alrededor del año 1896, cuando conoció a Claude Monet y al magnético mundo parisino impresionista, cuyas técnicas y colorido representarían un hito en su trayectoria artística siendo el único pintor mexicano que dedicó el total de su obra a este movimiento; pintor de las reverberaciones de la luz, de las transparencias del aire, del rico olor de su vegetación, de las rocas, del agua.
Joaquín Clausell ocupa un lugar destacado en la pintura mexicana del siglo XX. Es “nuestro pintor impresionista por excelencia”, su manera de capturar pequeñas escenas de paisaje y volverlas una realidad completa no ha sido superada. En su obra abundan las tonalidades delicadamente iluminadas, trabajadas con pastocidades que dotan de personalidad a las escenas que retrata, de esta manera se afirma el adjetivo de impresionista que el artista se ganó con el paso del tiempo.
La obra y la vida de Joaquín Clausell reflejan las circunstancias que le tocaron vivir, los lugares por los que pasó, sus inquietudes y temperamento. Gerardo Murillo, Dr. Atl, describió a Joaquín Clausell como un hombre recto y claro, quien aparte de ser un artista de magno talento se desempeñó como defensor de causas sociales, por lo que la armonía impresa en sus obras era resultado del equilibrio diario bajo el que se manejaba. Vivió una época compleja de la historia nacional, llena de contradicciones sociales y políticas, las cuales se contrapusieron a su desarrollo personal y profesional; desde su formación como abogado y político durante el Porfiriato, en el que desempeñó un papel importante como firme opositor al régimen existente. Asimismo, a su inicio en la pintura a principios de siglo; el desarrollo del movimiento armado de la revolución, etapa en la cual abandonó la pintura y, por último, el periodo de reconstrucción del país momento en el que retomó su actividad artística hasta su muerte.
Fuente consultada: MURILLO, Gerardo y MONTENEGRO, Roberto. Joaquín Clausell. La exposición general de su obra
. México. Museo del Palacio de Bellas Artes, 1945 y TOVAR Y DE TERESA, Rafael, et al. Joaquín Clausell y los ecos del impresionismo en México
. México. Museo Nacional de Arte. 1995. pág. 65.
81 x 92 cm
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