JOSÉ AGUSTÍN ARRIETA (MÉXICO, 1803-1874) BODEGÓN Óleo sobre tela Firmado al frente “Arrieta f.” Detalles de conservación y restauración 47 x 63 cm Vendido por Christie's Nueva York en 2003 José Agustín Arrieta, dedicaría toda su vida artística a retratar escenas cotidianas de la Puebla decimonónica, ciudad en la que desarrollaría su formación artística como alumno de importantes artistas locales entre los que se encontraban Lorenzo Zendejas y los hermanos Caro, por mencionar algunos. Su obra destacaría por un claro distanciamiento de las temáticas académicas estereotípicas en favor de representaciones de motivos populares, lo que podemos constatar a través de su predilección por la elaboración de bodegones repletos de enseres indispensables en toda cocina poblana del periodo, formato desdeñado por la Academia y que Arrieta se encargaría de retomar hasta volverlo un modelo icónico de su obra y esencial del costumbrismo. Dentro de las notas que el artista Bernardo Olivares Iriarte escribió en su texto “Álbum artístico” de 1855, con motivo de la muerte de José Agustín Arrieta, el artista poblano señalaba que uno de los géneros en que Arrieta se había desempeñado con suma facilidad era el llamado de "alacenas": "estas obras se componen de la reproducción de todo género de objetos, piezas de cristal, porcelana, objetos de bronce, frutas, flores, recaudo de cocina, legumbres, peces, aves, todo combinado y reunido las piezas que entre sí concuerden, ha hecho composiciones de bastante mérito por la verdad y completa ilusión que les ha dado. Este género de obras todos han convenido que hasta la presente no ha tenido rival en esta ciudad." Como afirma Olivares, Arrieta no debió tener quien pudiera igualarlo en la ejecución de "alacenas", "bodegones" o “naturalezas muertas” en Puebla. A partir del registro con el que hoy se cuenta de la obra del pintor, puede afirmarse que si bien trabajó todos los géneros de la pintura, sin duda éste fue el más abundante en su producción y de ello, podríamos deducir, el más solicitado por los coleccionistas poblanos para la decoración de sus comedores, en donde las pinturas tenían la función de despertar el apetito con la "verdad y completa ilusión" de los frutos, vegetales, alimentos preparados o por preparar; pero también con la exhibición de los utensilios en los que se elaboraban o servían. Tanto los productos comestibles como los enseres para su preparación en la cocina y servicio en la mesa, muestran el sincretismo cultural que caracteriza a la gastronomía poblana. Fuentes: Guadarrama, Angélica Velázquez. José Agustín Arrieta, Museo Amparo, https:// museoamparo.com/colecciones/pieza/1839/sin-titulo-cabeza-de-venado-cuadro-de-comedor (consultado en mayo de 2024). Olivares Iriarte, Bernardo. Álbum artístico 1874. Edición, estudio preliminar y notas de Efraín Castro Morales. México: Gobierno del Estado de Puebla-Secretaría de Cultura, 1987. Página 54.