RELOJ DE MESA ALEMANIA, SIGLO XX Marca ANDREAS HUBER Marcado en carátula con la leyenda “ Andreas Huber” Elaborado en madera dorada y decoración floral. Carátula de metal dorado esgrafiada con motivos vegetales y geométricos. Numerales romanos, manecillas caladas y rosas pintadas a mano. Detalles de conservación y funcionamiento. No incluye llave Reloj: 33 x 22 cm Peana: 18 x 24.5 cm El 13 de octubre de 1856 Andreas Huber fundó una relojería en Munich en el número cuatro de Karlsplatz . El día anterior se había casado con su novia de la infancia, Xaviera, que en los años siguientes se convertiría en una pieza clave de la empresa ya que construyó hábilmente nuevas relaciones comerciales con la nobleza y las clases altas. La familia real bávara, por lo tanto, estuvo muy pendiente de la producción de Huber, al grado en que Luis II ordenó preciosos relojes ceremoniales en pesados ??estuches de bronce francés. En 1912 el príncipe regente bávaro otorgó a la empresa el título de “Hofuhrenfabrik” (fábrica oficial de relojes de la corte), por lo que hasta el día de hoy se les puede llamar “Ehem. Königlich Bayerischer Hofuhrmacher” (Antiguo relojero real de la corte bávara). En la segunda generación, la empresa pasó a manos de Joseph Huber, quien presentó el primer despertador de bolsillo en Alemania y encabezó muchos planes comerciales excelentes, incluso en el extranjero. Entre 1913 y 1920 se abrieron tiendas Huber en Berlín, Düsseldorf y Nuremberg. Joseph Huber soñó con más planes de expansión importantes, pero cuando cedió la estafeta a su hijo Andreas Huber II en 1920, se dio cuenta de que estaba totalmente endeudado. El joven jefe era de un calibre muy diferente al de su padre, bastante sensible, interesado en el arte y en la cultura. Estableció contacto con artistas, escritores y músicos, de manera que restauró la empresa y la volvió a poner en marcha exitosamente, tanto que la empresa continúa en funciones y a cargo de la sexta generación.