ALFREDO HIJAR Y HARO - COMISIÓN NACIONAL DEL CENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO
CARTEL DE LA CONMEMORACIÓN DEL PRIMER CENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO 1810 - 1910
MÉXICO, 1910.
Cromolitografía
Con la leyenda: "SOLEMNIDADES, FIESTAS Y ACTOS OFICIALES QUE SE VERIFICARAN EN LA CAPITAL DE LA REPÚBLICA, DURANTE EL MES DE SEPTIEMBRE DE 1910, EN CONMEMORACIÓN DEL PRIMER CENTENARIO DE LA PROCLAMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO"
Algunas restauraciones profesionales
273 x 104 cm
En septiembre de 1910 México celebró el Primer Centenario de su Independencia. Los festejos corrieron a cargo del gobierno del general Porfirio Díaz y se apoyaron en un amplio programa de actividades que incluía elocuentes discursos, ceremonias conmemorativas de los héroes de la Independencia, inauguración de monumentos, obras de desagüe, edificios de beneficencia pública, trabajos de ampliación, construcción de carreteras y caminos, teatros, museos, parques y jardines que fueron edificados en la Ciudad de México y otros estados de la república. Las festividades tenían como finalidad mostrar al mundo que México formaba parte de las llamadas “naciones civilizadas modernas” y que merecía un espacio protagónico dentro del panorama del nuevo siglo XX, por lo que se crearía oficialmente la “Comisión para el Centenario”, la cual proyectó inaugurar 1,419 obras, de las cuales sólo se cristalizaron 862. Las más significativas fueron: la Universidad Nacional de México; la Escuela Nacional de Maestros; las obras terminales del desagüe del Valle de México; el Palacio de Comunicaciones; el de Relaciones Exteriores, y el Manicomio General La Castañeda. Además se le hicieron ampliaciones y remodelaciones al edificio de Lecumberri, al de Gobernación y al Municipal (Ayuntamiento); también se construían el Teatro Nacional (Bellas Artes) y el Palacio Legislativo (que con el tiempo se convirtió en el Monumento a la Revolución). En lo referente a estatuaria cívica, con la intención de exaltar la noción de identidad nacional entre los mexicanos a través del culto a los héroes patrios, en la Ciudad de México se erigieron el Hemiciclo a Juárez y el Ángel de la Independencia. Asimismo, se recibieron regalos de países aliados, como el reloj otomano y el reloj chino, así como las efigies de Washington, Garibaldi, Isabel la Católica, Humboldt y Pasteur; muchas de las cuales continúan erguidas hoy en día.
Fuente: Pérez Bertruy, Ramona. Obras emblemáticas del primer centenario de la independencia. “Nueva época”, Vol. XV, núms. 1 y 2, México, 2010. pp. 183-201.
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