DAMA DE CONSULTORIO CHINA, SIGLO XX Talla en marfil esgrafiado y entintado con base de madera tallada Detalles de conservación. Grietas y restauraciones 26 cm de longitud Una muñeca médica china, también conocida como muñeca de diagnóstico o "dama del doctor", es un tipo de pequeña escultura de una figura femenina, utilizada históricamente en China y partes de Asia como herramienta de diagnóstico. Los primeros registros en torno a la existencia de este tipo de figuras se remontan a la dinastía Ming del siglo XV y algunas todavía se usaron en la década de 1950. Durante este período las actitudes predominantes de modestia femenina hicieron que fuera impropio que una mujer gesticulara o describiera partes de su propio cuerpo. Debido a esto, al ver a un médico, la mujer indicaría sus problemas médicos señalando la anatomía respectiva de la muñeca. Las muñecas representaban a una mujer desnuda, acostada de lado o boca arriba, colocada de tal manera que el usuario pudiera señalar cada parte del cuerpo. Por lo general, están hechos de marfil o jade y no tienen color, a menudo se acompañan de un pedestal con forma de sofá o cama de marfil o madera . No es raro, especialmente en figuras más antiguas, que la mujer sea representada con pequeños pies puntiagudos, representativos de la práctica de vendarse los pies que era común en China hasta el siglo XX. Las figuras suelen medir entre 75 mm y 155 mm de largo. Además de la forma funcional, muchas de las muñecas muestran adiciones estéticas que incluyen joyas, abanicos y zapatos, y algunas tienen cabello de color entintado. Las visitas al médico por parte de las mujeres durante esta época estaban restringidas por actitudes de pudor y contacto entre géneros, ya que los médicos eran casi siempre hombres. Las visitas de las mujeres a los médicos a menudo se realizaban con una pantalla hecha de bambú entre los dos, y la mujer solo extendía sus manos desde detrás de la pantalla para interactuar con la muñeca médica. Estas muñecas solían ser propiedad de los propios médicos, sin embargo, la clientela de clase alta a veces tenía sus propias muñecas personalizadas, y algunos incluso, enviaban a un sirviente en su lugar para describir su condición.