EL SERMÓN DE SAN BERNARDO GUIADO POR EL ESPÍRITU SANTO MÉXICO, CA. 1700 Óleo sobre tela adherida a tabla Detalles de conservación y restauración 165 x 110 cm Bernardo nació en una rica y noble familia en Fontaines, cerca de Dijon, en 1090. Tras haber seguido estudios seculares, entró en la orden benedictina a la edad de veintidós años, en Cîteaux, un monasterio reformado de la Borgoña donde nació la orden religiosa de los cistercienses. En 1115 fue nombrado abad de un nuevo monasterio en Claraval que originó muchas otras fundaciones. Inicialmente criticado por los suyos por su excesiva dureza, revisó las condiciones de vida exigidas a los monjes, redujo el tiempo dedicado a la oración, mejoró la alimentación y consolidó la posición del monasterio con la ayuda del obispo local. Sus numerosos escritos y en especial los sermones sobre el Cantar de los Cantares, expresan el carácter contemplativo de su espíritu. Santiago de la Vorágine recuerda, en su Leyenda dorada, que precisamente en los comentarios del santo al Cantar de los Cantares, menciona haber sido visitado por el Espíritu Santo durante la preparación de sus sermones, recibiendo de la presencia divina la guía sobre sus palabras. Este es el pasaje de la vida del santo que se representa en esta obra. Fuentes: Giorgi, Rosa. Santos. Barcelona: Electa, 2002. Vorágine, Santiago de la, La leyenda dorada, traducción de Fray José Manuel Macías. Madrid: Alianza, 1987.