JOSEFA SANROMÁN
(JALISCO, MÉXICO, 1829-CIUDAD DE MÉXICO, ¿?)
BODEGÓN
MÉXICO, 1858
Óleo sobre tela
Firmado y fechado "Josefa Sanromán 1858"
Detalles de conservación, pérdidas de capa pictórica, ligeros repintes y rasgaduras en lienzo
75 x 96 cm
*Un detalle de esta obra se encuentra publicada en: García Lescaille, Tania. "La entidad femenina en los salones de remitidos de San Carlos: dinámica entre discursos y normas (1850-1898)". En Dimensión Antropológica 50, no. 17 (2010), https://revistas.inah.gob.mx/index.php/dimension/article/view/1236/4577
Oriunda de Santa María de los Lagos, Jalisco, Josefa Sanromán fue precursora de la producción artística femenina en México. De acuerdo con la educación esperada de las mujeres burguesas en el contexto de la Ilustración, incursionó en la pintura como alumna particular del catalán Pelegrín Clavé, director de la cátedra de pintura en la Academia de San Carlos. Tanto Josefa como su hermana Juliana, ambas discípulas de Clavé, abordaron el género histórico de corte religioso, realizando copias y composiciones originales, mayoritariamente sobre pasajes del Antiguo Testamento; además, pintaron con maestría retratos, escenas costumbristas, paisajes y bodegones.
Si bien las mujeres no fueron admitidas como alumnas regulares en la Academia hasta 1888, se sabe que, desde la primera muestra de la institución, en 1848, existió participación femenina en el llamado Salón de Obras Remitidas. Esta exposición, paralela y, en cierto sentido, periférica, al Salón Oficial, daba cuenta de la labor de artistas no matriculados, como era el caso de autodidactas, extranjeros y "señoritas pintoras". Hasta 1855, Josefa Sanromán presentó continuamente obras en estas exhibiciones y recibió múltiples elogios en la prensa decimonónica por la calidad de sus obras. A pesar de que, después de esta fecha, no volvió a presentar sus piezas públicamente, no abandonó los pinceles, como lo muestran los numerosos cuadros que firmó en los años siguientes, entre los que figura el bodegón que presentamos.
Josefa Sanromán fue considerada por la crítica como una de las mejores pintoras mexicanas. Como se ha mencionado, su participación en la escena artística del siglo XIX no se limitó al ámbito de lo doméstico, en el que se desenvolvieron la mayoría de sus contemporáneas. Actualmente, la valoración y comprensión de las obras de esta autora, así como de otras pintoras de la época, se encuentra en aumento. Sus obras forman parte de importantes colecciones, tanto particulares como públicas, entre las que destaca la del Museo Casa de la Bola, en la Ciudad de México.
Fuente: Angélica Velázquez Guadarrama, "La pintura, sólo una afición", en Ángeles del hogar y musas callejeras. Representaciones femeninas en la pintura del siglo XIX en México (México: Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, 2018), 46-68.
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