LEONORA CARRINGTON
(Lancashire, Inglaterra, 1917 - Ciudad de México, 2011)
Vulture
Firmada
Escultura en bronce
Publicada en: FERNÁNDEZ BARRIOS, Octavio et al. Estampas, Independencia y Revolución.
México. Instituto Nacional de Bellas Artes, 2010, pág. 57.
Incluye caja original.
Esta obra formó parte del proyecto "Estampas, Independencia y Revolución", proyecto realizado entre el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Museo Nacional de Estampa en el marco de los festejos conmemorativos de 2010, por el bicentenario del inicio de la lucha de Independencia y el centenario del arranque de la Revolución Mexicana.
Nació en una familia acomodada de Lancashire, Inglaterra, lo que le permitió crecer rodeada de una vida de opulencias y una educación privilegiada, con la que Leonora Carrington desarrolló diferencias desde temprana edad.
Estudió en la escuela de Amédée Ozenfant en Londres, institución donde aprendió a dibujar con gran destreza; durante esta época gustaba curiosear en las tiendas de libros usados, descubriendo libros sobre alquimia y esoterismo, temas que tuvieron fuerte influencia en su trabajo posterior. En ese entonces, se encontró con las expresiones surrealistas, quedando cautivada por la portada de un libro del alemán Max Ernst, conectando con el tipo de arte que intuitivamente había estado buscando.
Conoció a Max Ernst en 1936 con quien vivió un importante romance. Tras el advenimiento de las guerras, en la década de los 40, Leonora Carrington sufrió un colapso nervioso y fue hospitalizada en contra su voluntad en un hospital en España, lugar en el que le administraron poderosas drogas; aquella experiencia de encarcelamiento le causó locura momentánea, pero también una reformación artística, ya que experimentó la poética idea de la demencia y confirmó lo que los surrealistas tanto decían. Ella misma describió esta vivencia como: "un terremoto mental. Fue como la muerte psíquica, un renacimiento, una experiencia con la cual cambié de forma drástica
".
Tras salir del hospital, se trasladó a México, llegando a nuestro país en 1943 acompañada de Max Ernst, de quien se separaría al poco tiempo y se casaría entonces con el fotógrafo húngaro Emerico Weisz. En aquel tiempo, se alejó del surrealismo ortodoxo y comenzó a adquirir influencias del arte mexicano, en especial de la coexistencia de las creencias del cristianismo con las precolombinas, con las cuales construyó sus propios símbolos, mismos que repitió en sus pinturas constantemente.
Fuentes consultadas: CHADWICK, Whitney. Leonora Carrington. La realidad de la imaginación.
México. Ediciones Era, 1994, pp. 7-35 y LARA ELIZONDO, Lupina. Visión de México y sus artistas. Siglo XX 1901-1950. México. Tomo I. Promoción de Arte Mexicano. 2000, pp. 244-247.
Copyright Estate of Leonora Carrington / ARS.
28 x 13 x 14 cm