LUIS MONROY
(MÉXICO, 1845-1918)
ÚLTIMOS MOMENTOS DE ATALA
Óleo sobre tela
Sin firma
Detalles de conservación
112 x 150.5 cm
Incluye documento de procedencia de la obra
*Esta obra es una copia del mismo autor que se encuentra expuesta en el Museo Nacional de Arte (MUNAL) de la Ciudad de México
La producción plástica del artista académico Luis Monroy se desarrolló esencialmente en el último tercio del siglo XIX. La obra Últimos momentos de Atala fue realizada en 1871 y participó en la XV Exposición de la Academia. Formó parte del lote de obras que se presentaron en la muestra de Filadelfia en 1876 y en la de Chicago en 1893. Se inspira en la novela de François-René de Chateaubriand, Atala o Los Amores de dos salvajes en el desierto, publicada en 1801, la cual causó un éxito rotundo en la sociedad francesa. Con una temática histórico- religiosa, la pintura narra un amor imposible dentro del espíritu cristiano de la época, donde los valores debían pasar por encima de las pasiones. Atala, hija de un colono español en tierras norteamericanas y de una mujer indígena convertida al cristianismo, se enamora de un aborigen; pero antes de entregarse al amor carnal ella prefiere morir, ya que había hecho la promesa a su madre de conservar su virginidad y fe cristiana. El artista eligió el momento de los funerales que se llevaron a cabo dentro de una cueva; el sufrimiento que evoca su amado, el joven Chactas, guerrero de la tribu outlalissi, es inaudito. De rodillas, sostiene un crucifijo y llora desesperado a los pies; el dolor es captado con gran exactitud. La figura de pie y encorvada del padre Aubry interpreta la resignación; él enciende una luz como si ésta fuera la esperanza que llevara al alma de Atala con Dios. Ella es la figura más impactante de la composición, el artista centró en la protagonista el foco de luminosidad y la ubicó en el centro de la tela. Sin duda alguna, Monroy se inspiró en la obra del artista francés Anne Louis Girodet de Roussy-Trioson (1767-1824), quien presentó una pintura con la misma temática, La muerte de Atala, en el Salón de la Academia Francesa en 1808, causando una espectacular apreciación en la crítica de aquella época. Girodet siempre profesó un amor por la literatura y poesía, su extrema sensibilidad lo llevó a realizar una producción cargada de erotismo ambiguo, generando con ello una ruptura con los principios y enseñanzas académicos. Su arte buscó encarnar un ideal estético entre las fronteras de la poesía y pintura, marcando el paso del neoclasicismo académico al romanticismo.
Fuente: "Últimos momentos de Atala", Museo Nacional de Arte, http://munal.emuseum.com/objects/413/ultimos-momentos-de-atala (consultado el 18 de agosto de 2023).
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