ÁNGEL ZÁRRAGA
(Victoria de Durango, 1886 - Ciudad de México, 1946)
Sin título
Firmado
Óleo sobre tela
El marco de esta obra está intervenido por el artista, con las leyendas "Ave Maria" y una dedicatoria al Conde René Philipon, quien fuera mecenas del Maestro Zárraga.
Agradecemos a la Maestra María Luisa Novelo, asesora en la realización del libro: Ángel Zárraga, la colección de la CNIC [Cámara Nacional de la Industria de la Construcción], por la verificación de autenticidad de esta obra, septiembre de 2022.
Ángel Zárraga ingresó a la Academia de San Carlos en 1903, donde desarrolló formalmente sus habilidades artísticas, mismas que fueron reconocidas al publicarse sus dibujos en la Revista Moderna.
En esta institución perfeccionó sus aptitudes para la pintura y gracias al impulso de su maestro Julio Ruelas se embarcó con destino a Europa. Ahí estudió en la Real Academia de Bruselas y obtuvo una beca con la cual se trasladó a España para estudiar con Joaquín Sorolla.
En 1907 regresó a México para montar su primera exposición individual y al año siguiente viajó a Venecia, Florencia, Múnich y París para participar en diversas exposiciones colectivas. En 1913 presentó varias obras en el Salón de Otoño de París.
Durante las dos primeras décadas del siglo XX, la obra del pintor osciló constantemente entre esta experimentación vanguardista y el realismo formal; entre lo religioso y lo mundano; entre el color y la forma. Fueron años de búsqueda y cuestionamiento que se vincularon con su devoción por las artes y su fe cristiana las cuales, al finalizar la Primera Guerra Mundial, lo llevaron a abandonar el cubismo en aras de un "retorno al orden", fenómeno que se presentó en el ámbito cultural en todo el continente europeo como parte de una reconstrucción social. Para un artista como Zárraga, el cubismo significó una oportunidad de experimentación con las formas y la perspectiva que marcó su producción sustancialmente, al brindarle una nueva manera de concebir la efigie humana.
Fue un aficionado a los deportes, particularmente al futbol, lo cual lo llevó a realizar murales en diversos centros cívicos en Francia. Por otro lado, los temas religiosos lo convirtieron en uno de los fresquistas más solicitados y mejor pagados por los templos franceses. Entre 1921 y 1926 decoró el castillo de Vertcoeur cuyo propietario fue el conde Philipon, el mayor coleccionista de Zárraga en Europa.
A pesar de haber visitado en varias ocasiones México siguió establecido en Europa hasta que el 2 de junio de 1940 fue bombardeada la ciudad de París. Ante el riesgo que suponía esta situación para su seguridad y la de su familia, decidió regresar a México, fue ayudado por la Secretaría de Relaciones Exteriores. En 1941 se instaló definitivamente en una finca en la Ciudad de México, inmediatamente fue buscado por diversas instancias y personalidades de la cultura de nuestro país.
Su obra goza de amplio reconocimiento como la de uno de los más relevantes pintores de la plástica mexicana. En Durango, su ciudad natal, hay un museo que lleva su nombre.
Fuentes consultadas: NOVELO, María Luisa et al. Zárraga. México. Américo Arte Editores, Grupo Financiero Bital, 1997, pág. 26, ECHEGARAY, Miguel Ángel et al. Ángel Zárraga. Primer realista mexicano del siglo XX. México. Gobierno del estado de Durango, 2006, pp. 9-40 y GARAY, Claudia et al. Ángel Zárraga. El sentido de la creación. México. CONACULTA, Museo del Palacio de Bellas Artes, Fundación Mary Street Jenkins, 2014, pp. 19-21.
46 x 38 cm
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