SAN AGUSTÍN Y SANTA MÓNICA SIGLO XIX Óleo sobre tela Detalles de conservación y reentelado 27 x 20 cm La presente escena se basa en el texto de la vida del santo escrito por Ludovicus de Angelis. Muestra el momento en que, durante una estancia en Ostia, el santo, recién ordenado de religioso, entabla conversación con su madre Santa Mónica sobre los asuntos divinos, así como sobre el desprecio de los asuntos temporales. La composición, de una gran sencillez, está basada en un grabado de Girolamo Muziano, de la que se conserva una copia en el Palacio Arzobispal de Sevilla. Los dos santos se ubican en primer plano en un interior probablemente conventual. Mientras que santa Mónica posee la mirada abstraída, san Agustín la mira tiernamente. Ambos visten sus respectivos hábitos, ella el de color blanco (que adoptarían las religiosas recoletas para el uso diario) y él de color negro, ambos ceñidos con el acostumbrado cinturón de cuero. Santa Mónica, a la izquierda de la composición, aparece sentada con el codo izquierdo apoyado sobre el alféizar de la ventana y recogiendo sus manos en actitud contemplativa. San Agustín, a la derecha de la composición, dirige sus gestos hacia su madre en actitud de enseñanza. Tras ellos, en el centro de la composición, se abre una ventana a un paisaje campestre sobre el que aparece un cielo nuboso. Fuente: Justo Estebaranz, Ángel Miguel de Santiago en San Agustín de Quito : la serie de pinturas sobre la vida del santo / Ángel Justo Estebaranz. 2. ed.- Quito: FONSAL, 2008. pp 243-244.