SANTA FILOMENA
MÉXICO, SIGLO XIX
Óleo sobre tela
Detalles de conservación, repintes y restauración
101 x 74.5 cm
El culto de esta santa mártir griega data del siglo XIX, después del hallazgo de sus restos en 1798, en las catacumbas de Santa Priscila, bajo la inscripción "Pax tecum Filumena" (la paz sea contigo, Filomena) y su posterior traslado a la parroquia de la Virgen de la Gracia de Mugnano. Sin embargo, su iconografía y devoción siguen la línea de las santas más populares del periodo colonial.
Lo poco que se conoce de ella está basado en las revelaciones de la monja María Luisa de Jesús, quien afirmaba que la santa se le había aparecido y le había narrado los acontecimientos de su vida y su martirio. De acuerdo con este relato, Filomena era hija de un príncipe cristiano griego. Cuando tenía trece años, acompañó a su padre ante la corte del emperador Diocleciano, quien quiso desposarla y obligó a su padre a ofrecérsela en matrimonio. Pero Filomena se resistió, diciendo que su vida y su virginidad le pertenecían a Jesús. Furioso, el emperador ordenó encadenarla y encerrarla en prisión. Posteriormente fue torturada y flagelada públicamente. Como la creyeron muerta, iba a ser arrojada a un río atada a un ancla, pero milagrosamente fue salvada por unos ángeles, quienes también la curaron. Por orden del emperador, la atacaran con flechas y posteriormente fue decapitada.
La hagiografía de esta santa retoma algunos temas comunes en las vidas de algunos de los santos más populares del periodo colonial. Santa Bárbara también rechazó en matrimonio a un príncipe pagano con quien su padre la quería obligar a casar, San Sebastián fue torturado con flechas y Santa Catalina de Alejandría fue decapitada de la misma forma que Santa Filomena.
Fuente: Museo Colonial. Colecciones, pieza del mes. Ministerio de Cultura de Colombia. Consultado el 29 de noviembre de 2022
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