Venustiano Carranza y su séquito en la presentación del cañón "El Rorro" / Alusión a los Iniciadores de la Decena Trágica. Negativo, placa de vidrio, 12.5 x 17.5 cm.
Un hecho histórico poco conocido, ocurrido en Piedras Negras, es que aquí se fabricó la primera arma revolucionaria: "El Rorro", un cañón militar.
Este cañón fue un encargo que Venustiano Carranza hizo al coronel Patricio de León Villarreal, militar que se dedicaba a fabricar bombas de mano, reparar carabinas y fabricar baleros para reconstruir cartuchos 30-30.
Eran los inicios de 1913 y "El Rorro" se convertía en el primer cañón construido en México, en los talleres del ferrocarril en Piedras Negras.
Después de muchos días y noches de trabajo, quedó listo el cañón, utilizando material de acero suave que existía en el almacén y aplicando una técnica improvisada, era el primer cañón hecho en México, rayado, con cerrojo y el calibre resulto en alrededor de 63 milímetros. Diseñó y creó los cartuchos para el cañón; el casquillo se fundía con una aleación de semejante al latón y terminados en torno.
Como fulminante se le ponía un cartucho de pistola calibre 44 y las balas se fundían con su respectiva cinta de cobre. Lo cual, con el rayado del cañón, conseguía la rotación y buena dirección del proyectil. A la espoleta de las balas, se les ponía un cartucho de pistola calibre 22. "El Rorro" fue fiero y efectivo en los campos de batalla.
Available payment options