JOSÉ MARÍA VELASCO
(MÉXICO, 1850-1912)
CASTILLO DE CHAPULTEPEC, CA. 1888
Óleo sobre cartón preparado
Detalles de conservación
26 x 36 cm
Procedencia Galería SMG
Cuenta con dictamen de María Elena Altamirano Piolle, 14 de febrero de 2024
Vendido por Sotheby’s en la subasta THE VANGUARD SPIRIT: MODERN AND SURREALIST MASTERWORKS FROM AN IMPORTANT ESTATE,19 enero 2024
Nacido a mediados del siglo XIX en Temascalcingo, Estado de México, José María Velasco y Gómez-Obregón, emprendería su práctica artística a la temprana edad de trece años, para posteriormente, con tan solo diecisiete y financiado por una beca, ingresar a los cursos nocturnos de la Academia de Bellas Artes de San Carlos, laborando simultáneamente en el negocio familiar de la venta de rebozos. Sería como alumno de esta prestigiosa institución que profesionalizaría su formación y perfeccionaría su práctica en el manejo de la perspectiva con el dibujo de estampa y la pintura al óleo de paisajes, enriqueciéndola mediante su interés personal por la zoología, botánica, geografía y arquitectura. Durante su paso por la academia coincidiría también con importantes referentes del quehacer pictórico de la época, tales como Santiago Rebull, Pelegrín Clavé, Manuel Carpio y Eugenio Landesio, por mencionar algunos. Su talento sería tan ampliamente reconocido entre sus colegas que, con tan solo dieciocho años, sería nombrado profesor de perspectiva de la Academia y cuatro años después, obtendría la titularidad como profesor de paisaje, rol que desempeñaría durante más de cuarenta años. Tras una excepcional carrera plagada de reconocimientos y distinciones, Velasco fallecería en 1912, dejando un inigualable legado que inspiraría tanto a sus contemporáneos como a quienes lo sucederían como los referentes pictóricos de la nación. Sin duda alguna, podemos afirmar que José María Velasco fue el máximo exponente decimonónico del paisajismo en México y uno de los pintores más importantes que haya dado el país.
Con este paisaje, Velasco nos presenta una vista del emblemático castillo de Chapultepec a finales del siglo XIX. A través de su perspectiva, podemos apreciar parcialmente un lago de Chapultepec rodeado de una frondosa vegetación endémica entre la que sobresalen los inmensos ahuehuetes, así como un grupo de personajes laborando a la distancia junto a dos trenes de pasajeros tirados por mulas, mientras que al fondo y en lo alto, observamos el castillo con la bandera nacional ondeando desde su torreón bajo un soleado cielo azul con escasas nubes. Es posible especular que este paisaje sirviera como base para un cuadro posterior con el mismo motivo, pero de mayores dimensiones y sobre tela.
Fuente: Altamirano Piolle, María Elena. José María Velasco. Paisajes de luz, horizontes de modernidad. México: DGE Equilibrista, 2006.
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